lunes, 1 de octubre de 2012

MARATON DE LECTURA


Escuela Secundaria 3: Una maratón de lectura con fantasmas, patrimonio y propuestas de nuevas historias

29 Sep 2012 (07:00) |
Foto 1/1    Maratón de lectura y “el fantasma del Palace” ayer en la Secundaria 3

En la vieja casona de los Alberti, esa que desde hace años ha sabido identificarse como la Escuela Media 3 , hoy Escuela Secundaria 3, se realizó ayer una maratón de lectura que articuló la propia historia de la escuela, con un cuento de Karina Madariaga, el Cine Palace y producciones de los alumnos
Daniel M Gatti
dgatti@diarioelnorte.com.ar
Que bueno son estos encuentros. En los que las generaciones se enlazan en torno a las historias, a los relatos, en los que se puede establecer un encuentro en el presente, hablando del pasado y la creación, para proyectar el futuro. Eso fue lo que sucedió ayer por la mañana en la Escuela Secundaria 3.
La maratón de lectura comenzó con la presentación de la Profesora y escritora Karina Madariaga, autora de “El fantasma del Palace” que nos recuerda desde la ficción aquellos días del 2000 en que comenzó la demolición de lo que quedaba del emblemático edificio, la participación de muchos nicoleños en el intento de salvarlo, y el fantasma de la novia nicoleña de Gardel, que se quedó sin espacios para seguir esperando al zorzal criollo.


Las cartas perdidas...
La ficción de Karina, o tal vez la visión, nos propone la existencia de cartas escritas por Gardel a su novia nicoleña, cartas que para ella saltaron por las grietas de la medianera y cayeron al patio de la escuela. Cartas que Rosita, la Bibliotecaria, pudo haber atesorado- aunque lo niegue- en alguno de los anaqueles de la fantástica biblioteca de la escuela instalada en ese imponente salón testigo de otra lucha: por el fresco en el cielorraso de yeso, el mismo que habrá cobijado tantas reuniones sociales de la familia Alberti a principios del siglo pasado. Karina leyó su cuento, y los jóvenes siguieron atentos el relato ¿A dónde están las cartas? Preguntó una joven y Karina los invitó a encontrarlas...” “Piensen- planteó - que seguramente estaban escritas en cursiva , esa letra inclinadita y pareja en la que se escribía antes...¿Conoce a alguien que escriba en cursiva?” “Si yo conozco a alguien” dijo con entusiasmo uno de los estudiantes...Bueno entonces la leyenda puede seguir alimentándose, las cartas tal vez aparezcan algún día, en los intersticios de los anaqueles, en alguna grieta de la medianera...

Coherencia en los años
Luego María Del Carmen Trincado, la ex directora de la escuela, quien junto a los estudiantes del 2000 también protagonizó la cruzada para preservar la fachada del Palace, desde una coherencia que venía mostrando en el tratamiento de la propia fachada de la escuela o en las dificultades y gestiones que aceptaron enfrentar para lograr la restauración del cielorraso original de la Biblioteca, recordó algunos aspectos de aquellas acciones. También me tocó a mi decir algunas palabras desde el rol periodístico desempeñado durante el año de la demolición.
Mas tarde los jóvenes estudiantes leyeron textos del libro “Relatos del bicentenario” y escribieron en fichas las sensaciones que le generó esa lectura, fichas que fueron colgadas en el “árbol de la vida”, que ocupa uno de los rincones del patio principal de la escuela.
Finalmente los jóvenes proyectaron un corto que realizaron el año pasado.

Tal vez...
Por ahí, sentada entre tantos jóvenes, tal vez estaba María. La María del cuento de Karina, la novia nicoleña que se quedó esperando a Gardel que “nunca volvió”. Por ahí, tal vez estaban sentados y divertidos los primitivos habitantes de la vieja casona, los Alberti. Por ahí y tal vez siguieron cada uno de esos instantes los jóvenes que vivieron allí cuando la casa fue “Reformatorio” y los jóvenes que vivían allí -según contó el director de la escuela prof. Mansilla- había hecho un “agujero” en la pared que les permitía ver las películas que proyectaban en el Palace. Mito o realidad, la ficción se cruza con la historia, el relato con los datos. Finalmente, nada es real ¿o todo? ¿O solo seremos un sueño que sueña alguien que a su vez es soñado y entonces todo aquello que imaginamos , más allá de poder definirse como real o ficticio, es tan solo un recuerdo de alguien que nos recuerda?